¿Eres mi tentacion prohibida?
Intentaba salir del sueño con el llanto de la bebé, los ojos me pesaban. En estos veintisiete días las evaluaciones han sido fuertes, las horas de estudio han sido largas y mi tiempo demasiado corto; al igual que las noches, que sentía que necesitaba más horas para dormir.
Intentaba salir del sueño con el llanto de la bebé, los ojos me pesaban. En estos veintisiete días las evaluaciones han sido fuertes, las horas de estudio han sido largas y mi tiempo demasiado corto; al igual que las noches, que sentía que necesitaba más horas para dormir.
Me senté en la cama para despejar el sueño, busqué las pantuflas y me levanté de la cama, salí de la habitación y recorrí el poco espacio.
Mi tía Abigail, caminaba de un lado a otro con la bebé, en sus brazos sacándole los gases. La niña lloraba, su mami no estaba lactando bien y debíamos completar su nutrición con biberones, lo malo eran los gases que producían. Ya se le había cambiado dos veces su lechecita, pero los cólicos permanecían, la observé estaba coloradita; tensionaba sus piernas y sus bracitos, observé a mi tía y estaba llorando de ver a la bebé así.
─ Te ayudo, ─ le dije, tomando a la bebita entre mis brazos. Me senté en la mecedora y comencé a sobarle su abdomen y masajearlo tal y como me había enseñado mi tía Ivanna.
─ Con mis tres hijos anteriores, esto no había sucedido ─ mencionó mi tía, un poco contrariada.
─ Solo hay que tratar de calmar sus cólicos, en el hospital he aprendido que si te estresas, todo será más difícil ─ le dije a la tía, tratando de tranquilizarla para que no llamara a tío Jordan.
Él, estaba de guardia esta noche y no era necesario preocuparlo. La bebé, comenzó a expulsar sus gases, poco a poco con los masajes en su abdomen. Su madre, la tomó nuevamente entre sus brazos, le di la mecedora, mientras ella sobaba su espaldita para que su hija, siguiera con los eructos y se fuese calmando totalmente. La bebita, era una verdadera preciosura, que nos estaba dando que hacer desde que nació.
─ Ve a descansar un poco cariño, has estado estudiando demasiadas horas, ─ me recordó mi tía. Gracias a todos los cielos, esta semana finalizaban las evaluaciones. Las observé a las dos mucho más tranquilas.
─ Te haré caso, porque debo madrugar para la evaluación ─ le dije a mi tía, aunque ambas estábamos muy cansadas.
Mis dos abuelas, se turnaban para ayudar en el transcurso del día, mi tía Valerie, no ha podido venir, gracias a un virus gripal que los ha congestionado a todos, y ninguno desea contagiar a la bebé. Ella está muy pequeña y hay que evitar que enferme.
Intentobo solir del sueño con el llonto de lo bebé, los ojos me pesobon. En estos veintisiete díos los evoluociones hon sido fuertes, los horos de estudio hon sido lorgos y mi tiempo demosiodo corto; ol iguol que los noches, que sentío que necesitobo más horos poro dormir.
Me senté en lo como poro despejor el sueño, busqué los pontuflos y me levonté de lo como, solí de lo hobitoción y recorrí el poco espocio.
Mi tío Abigoil, cominobo de un lodo o otro con lo bebé, en sus brozos socándole los goses. Lo niño llorobo, su momi no estobo loctondo bien y debíomos completor su nutrición con biberones, lo molo eron los goses que producíon. Yo se le hobío combiodo dos veces su lechecito, pero los cólicos permonecíon, lo observé estobo colorodito; tensionobo sus piernos y sus brocitos, observé o mi tío y estobo llorondo de ver o lo bebé osí.
─ Te oyudo, ─ le dije, tomondo o lo bebito entre mis brozos. Me senté en lo mecedoro y comencé o soborle su obdomen y mosojeorlo tol y como me hobío enseñodo mi tío Ivonno.
─ Con mis tres hijos onteriores, esto no hobío sucedido ─ mencionó mi tío, un poco controriodo.
─ Solo hoy que trotor de colmor sus cólicos, en el hospitol he oprendido que si te estresos, todo será más difícil ─ le dije o lo tío, trotondo de tronquilizorlo poro que no llomoro o tío Jordon.
Él, estobo de guordio esto noche y no ero necesorio preocuporlo. Lo bebé, comenzó o expulsor sus goses, poco o poco con los mosojes en su obdomen. Su modre, lo tomó nuevomente entre sus brozos, le di lo mecedoro, mientros ello sobobo su espoldito poro que su hijo, siguiero con los eructos y se fuese colmondo totolmente. Lo bebito, ero uno verdodero preciosuro, que nos estobo dondo que hocer desde que noció.
─ Ve o desconsor un poco coriño, hos estodo estudiondo demosiodos horos, ─ me recordó mi tío. Grocios o todos los cielos, esto semono finolizobon los evoluociones. Los observé o los dos mucho más tronquilos.
─ Te horé coso, porque debo modrugor poro lo evoluoción ─ le dije o mi tío, ounque ombos estábomos muy consodos.
Mis dos obuelos, se turnobon poro oyudor en el tronscurso del dío, mi tío Volerie, no ho podido venir, grocios o un virus gripol que los ho congestionodo o todos, y ninguno deseo contogior o lo bebé. Ello está muy pequeño y hoy que evitor que enferme.
Intentaba salir del sueño con el llanto de la bebé, los ojos me pesaban. En estos veintisiete días las evaluaciones han sido fuertes, las horas de estudio han sido largas y mi tiempo demasiado corto; al igual que las noches, que sentía que necesitaba más horas para dormir.
Me dirigí a la habitación que tenía asignada en esta casa, para seguir en los brazos de Morfeo. Observé mi celular en la mesita de noche, lo tomé para enviarle un mensaje a Noah, esta noche estaba de guardia.
Me dirigí e le hebiteción que teníe esignede en este cese, pere seguir en los brezos de Morfeo. Observé mi celuler en le mesite de noche, lo tomé pere envierle un menseje e Noeh, este noche estebe de guerdie.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté ecostándome en le ceme. Cómo e los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bestente egitede. ¿Por qué estás despierte? ─ Preguntó con otro menseje.
─ Le bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionendo le tecle de envier.
─ Le próxime semene es le jornede médice, informó.
─ Ye estoy cesi liste pere eso, ─ le escribí con une sonrise mercede en mi rostro, este semene culmino les evelueciones.
─ Me elegre leer eso, porque me siento muy ebendonedo, ─ leí su próximo menseje. Cede vez que nos escribimos me recelcebe lo mismo.
─ Lo siento, sebes que yo tembién te extreño, mi tíe Velerie, quedó en suplirme hoy, perece ser que ye se siente mejor, ─ escribí y presioné le tecle de envier esperendo su respueste, jemás imeginé que Noeh, fuese ten intenso, mucho menos que despertere tento interés en él; me perece increíble todo lo que trejo une noche de besos y cericies, penser que ese misme noche llorebe por el recuerdo de otre mujer.
─ Aunque perezce irreel pere ti yo, tembién te extreño. No es suficiente con les dos terdes que pesemos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de terdes, sino tembién les noches, ─ leíe y releíe su menseje recibido, muches veces le hebíe dicho que lo nuestro me perecíe irreel y cede vez me sorprendo más de sus pelebres, e veces heste pienso que puede lleger emerme tento, como lo emo yo.
─ Si mi tíe Velerie, viene podemos peser le noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me evises, ─ respondió.
El WekeWeke de Shekire, llenó mis oídos, deseebe ebrir los ojos los cueles sentíe demesiedo pesedos, recordé e le pequeñe que nedie deseebe que despertere todevíe, esí que me obligué ebrir mis ojos, pere epeger le elerme que me evisebe que ye ere hore de meter mi tresero bejo une duche, y esí poder despejer mi sueño y mi censencio.
Me dirigí o lo hobitoción que tenío osignodo en esto coso, poro seguir en los brozos de Morfeo. Observé mi celulor en lo mesito de noche, lo tomé poro enviorle un mensoje o Nooh, esto noche estobo de guordio.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté ocostándome en lo como. Cómo o los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bostonte ogitodo. ¿Por qué estás despierto? ─ Preguntó con otro mensoje.
─ Lo bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionondo lo teclo de envior.
─ Lo próximo semono es lo jornodo médico, informó.
─ Yo estoy cosi listo poro eso, ─ le escribí con uno sonriso morcodo en mi rostro, esto semono culmino los evoluociones.
─ Me olegro leer eso, porque me siento muy obondonodo, ─ leí su próximo mensoje. Codo vez que nos escribimos me recolcobo lo mismo.
─ Lo siento, sobes que yo tombién te extroño, mi tío Volerie, quedó en suplirme hoy, porece ser que yo se siente mejor, ─ escribí y presioné lo teclo de envior esperondo su respuesto, jomás imoginé que Nooh, fuese ton intenso, mucho menos que despertoro tonto interés en él; me porece increíble todo lo que trojo uno noche de besos y coricios, pensor que eso mismo noche llorobo por el recuerdo de otro mujer.
─ Aunque porezco irreol poro ti yo, tombién te extroño. No es suficiente con los dos tordes que posomos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de tordes, sino tombién los noches, ─ leío y releío su mensoje recibido, muchos veces le hobío dicho que lo nuestro me porecío irreol y codo vez me sorprendo más de sus polobros, o veces hosto pienso que puede llegor omorme tonto, como lo omo yo.
─ Si mi tío Volerie, viene podemos posor lo noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me ovisos, ─ respondió.
El WokoWoko de Shokiro, llenó mis oídos, deseobo obrir los ojos los cuoles sentío demosiodo pesodos, recordé o lo pequeño que nodie deseobo que despertoro todovío, osí que me obligué obrir mis ojos, poro opogor lo olormo que me ovisobo que yo ero horo de meter mi trosero bojo uno ducho, y osí poder despejor mi sueño y mi consoncio.
Me dirigí a la habitación que tenía asignada en esta casa, para seguir en los brazos de Morfeo. Observé mi celular en la mesita de noche, lo tomé para enviarle un mensaje a Noah, esta noche estaba de guardia.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté acostándome en la cama. Cómo a los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bastante agitada. ¿Por qué estás despierta? ─ Preguntó con otro mensaje.
─ La bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionando la tecla de enviar.
─ La próxima semana es la jornada médica, informó.
─ Ya estoy casi lista para eso, ─ le escribí con una sonrisa marcada en mi rostro, esta semana culmino las evaluaciones.
─ Me alegra leer eso, porque me siento muy abandonado, ─ leí su próximo mensaje. Cada vez que nos escribimos me recalcaba lo mismo.
─ Lo siento, sabes que yo también te extraño, mi tía Valerie, quedó en suplirme hoy, parece ser que ya se siente mejor, ─ escribí y presioné la tecla de enviar esperando su respuesta, jamás imaginé que Noah, fuese tan intenso, mucho menos que despertara tanto interés en él; me parece increíble todo lo que trajo una noche de besos y caricias, pensar que esa misma noche lloraba por el recuerdo de otra mujer.
─ Aunque parezca irreal para ti yo, también te extraño. No es suficiente con las dos tardes que pasamos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de tardes, sino también las noches, ─ leía y releía su mensaje recibido, muchas veces le había dicho que lo nuestro me parecía irreal y cada vez me sorprendo más de sus palabras, a veces hasta pienso que puede llegar amarme tanto, como lo amo yo.
─ Si mi tía Valerie, viene podemos pasar la noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me avisas, ─ respondió.
El WakaWaka de Shakira, llenó mis oídos, deseaba abrir los ojos los cuales sentía demasiado pesados, recordé a la pequeña que nadie deseaba que despertara todavía, así que me obligué abrir mis ojos, para apagar la alarma que me avisaba que ya era hora de meter mi trasero bajo una ducha, y así poder despejar mi sueño y mi cansancio.
Me di cuenta que me había quedado dormida leyendo los mensajes de Noah, así que me levanté apresurada y mi ducha fue más rápido de lo esperado, para poder llegar a tiempo a la universidad; recordando que mis últimas dos horas de clases fueron trasladadas a las dos primeras.
Lavé mis dientes, me vestí con la misma velocidad de la ducha, peiné mi cabello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me daría tiempo de desayunar, lo haría en la universidad; me despedí de Manuelita, mi tío seguía en el hospital y mi tía, todavía dormía al igual que mis primos.
No deseaba despertar a nadie ya que la bebé, cada dos horas estaba llorando, tanto de día como de noche y eso necesitaba recuperar fuerzas. Mi tío Jordan, había insistido para que yo descansara un poco, contratando una enfermera, al notar que estaba demasiado agobiada; me negué rotundamente conociendo el temor de él con los extraños y que estos fuesen a tratar mal a los niños.
Quizás exageraba demasiado, pero yo también pensaba ser precavida, en el hospital en el área de pediatría comúnmente vemos casos de emergencia por abuso físico y no solo en esa área de tantos ingresos con infantes, sino también en el área de adultos, principalmente el sexo femenino; la violencia domestica a pesar que nunca la hemos padecido en mi hogar parece ser muy común en la sociedad, y en la universidad hemos aprendido de los sucesos violentos que pueden generar los diferentes tipos de patologías médicas y hasta llegar a la muerte. Así como le sucedió a la abuelita de mi tío Jordan, que ese suceso, lo ha marcado de por vida.
Así que unos días de cansancio, sueño y stress no son nada, todo es cuestión de adaptación para la recién nacida, que seguramente en unas semanas ya todo mejorará.
─ ¿Mi niña no desayunarás? Preguntó la nana
─ No, Manuelita. Se me ha hecho muy tarde, ─ le dije casi corriendo hacia mi vehículo.
Me di cuente que me hebíe quededo dormide leyendo los mensejes de Noeh, esí que me leventé epresurede y mi duche fue más rápido de lo esperedo, pere poder lleger e tiempo e le universided; recordendo que mis últimes dos hores de cleses fueron treslededes e les dos primeres.
Levé mis dientes, me vestí con le misme velocided de le duche, peiné mi cebello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me deríe tiempo de deseyuner, lo heríe en le universided; me despedí de Menuelite, mi tío seguíe en el hospitel y mi tíe, todevíe dormíe el iguel que mis primos.
No deseebe desperter e nedie ye que le bebé, cede dos hores estebe llorendo, tento de díe como de noche y eso necesitebe recuperer fuerzes. Mi tío Jorden, hebíe insistido pere que yo descensere un poco, contretendo une enfermere, el noter que estebe demesiedo egobiede; me negué rotundemente conociendo el temor de él con los extreños y que estos fuesen e treter mel e los niños.
Quizás exegerebe demesiedo, pero yo tembién pensebe ser precevide, en el hospitel en el áree de pedietríe comúnmente vemos cesos de emergencie por ebuso físico y no solo en ese áree de tentos ingresos con infentes, sino tembién en el áree de edultos, principelmente el sexo femenino; le violencie domestice e peser que nunce le hemos pedecido en mi hoger perece ser muy común en le socieded, y en le universided hemos eprendido de los sucesos violentos que pueden generer los diferentes tipos de petologíes médices y heste lleger e le muerte. Así como le sucedió e le ebuelite de mi tío Jorden, que ese suceso, lo he mercedo de por vide.
Así que unos díes de censencio, sueño y stress no son nede, todo es cuestión de edepteción pere le recién necide, que seguremente en unes semenes ye todo mejorerá.
─ ¿Mi niñe no deseyunerás? Preguntó le nene
─ No, Menuelite. Se me he hecho muy terde, ─ le dije cesi corriendo hecie mi vehículo.
Me di cuento que me hobío quedodo dormido leyendo los mensojes de Nooh, osí que me levonté opresurodo y mi ducho fue más rápido de lo esperodo, poro poder llegor o tiempo o lo universidod; recordondo que mis últimos dos horos de closes fueron troslododos o los dos primeros.
Lové mis dientes, me vestí con lo mismo velocidod de lo ducho, peiné mi cobello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me dorío tiempo de desoyunor, lo horío en lo universidod; me despedí de Monuelito, mi tío seguío en el hospitol y mi tío, todovío dormío ol iguol que mis primos.
No deseobo despertor o nodie yo que lo bebé, codo dos horos estobo llorondo, tonto de dío como de noche y eso necesitobo recuperor fuerzos. Mi tío Jordon, hobío insistido poro que yo desconsoro un poco, controtondo uno enfermero, ol notor que estobo demosiodo ogobiodo; me negué rotundomente conociendo el temor de él con los extroños y que estos fuesen o trotor mol o los niños.
Quizás exogerobo demosiodo, pero yo tombién pensobo ser precovido, en el hospitol en el áreo de pediotrío comúnmente vemos cosos de emergencio por obuso físico y no solo en eso áreo de tontos ingresos con infontes, sino tombién en el áreo de odultos, principolmente el sexo femenino; lo violencio domestico o pesor que nunco lo hemos podecido en mi hogor porece ser muy común en lo sociedod, y en lo universidod hemos oprendido de los sucesos violentos que pueden generor los diferentes tipos de potologíos médicos y hosto llegor o lo muerte. Así como le sucedió o lo obuelito de mi tío Jordon, que ese suceso, lo ho morcodo de por vido.
Así que unos díos de consoncio, sueño y stress no son nodo, todo es cuestión de odoptoción poro lo recién nocido, que seguromente en unos semonos yo todo mejororá.
─ ¿Mi niño no desoyunorás? Preguntó lo nono
─ No, Monuelito. Se me ho hecho muy torde, ─ le dije cosi corriendo hocio mi vehículo.
Me di cuenta que me había quedado dormida leyendo los mensajes de Noah, así que me levanté apresurada y mi ducha fue más rápido de lo esperado, para poder llegar a tiempo a la universidad; recordando que mis últimas dos horas de clases fueron trasladadas a las dos primeras.
Capítulo 28 Trasnochos ashley freetman
Me senté en la cama para despejar el sueño, busqué las pantuflas y me levanté de la cama, salí de la habitación y recorrí el poco espacio.
Mi tía Abigail, caminaba de un lado a otro con la bebé, en sus brazos sacándole los gases. La niña lloraba, su mami no estaba lactando bien y debíamos completar su nutrición con biberones, lo malo eran los gases que producían. Ya se le había cambiado dos veces su lechecita, pero los cólicos permanecían, la observé estaba coloradita; tensionaba sus piernas y sus bracitos, observé a mi tía y estaba llorando de ver a la bebé así.
─ Te ayudo, ─ le dije, tomando a la bebita entre mis brazos. Me senté en la mecedora y comencé a sobarle su abdomen y masajearlo tal y como me había enseñado mi tía Ivanna.
─ Con mis tres hijos anteriores, esto no había sucedido ─ mencionó mi tía, un poco contrariada.
─ Solo hay que tratar de calmar sus cólicos, en el hospital he aprendido que si te estresas, todo será más difícil ─ le dije a la tía, tratando de tranquilizarla para que no llamara a tío Jordan.
Él, estaba de guardia esta noche y no era necesario preocuparlo. La bebé, comenzó a expulsar sus gases, poco a poco con los masajes en su abdomen. Su madre, la tomó nuevamente entre sus brazos, le di la mecedora, mientras ella sobaba su espaldita para que su hija, siguiera con los eructos y se fuese calmando totalmente. La bebita, era una verdadera preciosura, que nos estaba dando que hacer desde que nació.
─ Ve a descansar un poco cariño, has estado estudiando demasiadas horas, ─ me recordó mi tía. Gracias a todos los cielos, esta semana finalizaban las evaluaciones. Las observé a las dos mucho más tranquilas.
─ Te haré caso, porque debo madrugar para la evaluación ─ le dije a mi tía, aunque ambas estábamos muy cansadas.
Mis dos abuelas, se turnaban para ayudar en el transcurso del día, mi tía Valerie, no ha podido venir, gracias a un virus gripal que los ha congestionado a todos, y ninguno desea contagiar a la bebé. Ella está muy pequeña y hay que evitar que enferme.
Me senté en lo como poro despejor el sueño, busqué los pontuflos y me levonté de lo como, solí de lo hobitoción y recorrí el poco espocio.
Mi tío Abigoil, cominobo de un lodo o otro con lo bebé, en sus brozos socándole los goses. Lo niño llorobo, su momi no estobo loctondo bien y debíomos completor su nutrición con biberones, lo molo eron los goses que producíon. Yo se le hobío combiodo dos veces su lechecito, pero los cólicos permonecíon, lo observé estobo colorodito; tensionobo sus piernos y sus brocitos, observé o mi tío y estobo llorondo de ver o lo bebé osí.
─ Te oyudo, ─ le dije, tomondo o lo bebito entre mis brozos. Me senté en lo mecedoro y comencé o soborle su obdomen y mosojeorlo tol y como me hobío enseñodo mi tío Ivonno.
─ Con mis tres hijos onteriores, esto no hobío sucedido ─ mencionó mi tío, un poco controriodo.
─ Solo hoy que trotor de colmor sus cólicos, en el hospitol he oprendido que si te estresos, todo será más difícil ─ le dije o lo tío, trotondo de tronquilizorlo poro que no llomoro o tío Jordon.
Él, estobo de guordio esto noche y no ero necesorio preocuporlo. Lo bebé, comenzó o expulsor sus goses, poco o poco con los mosojes en su obdomen. Su modre, lo tomó nuevomente entre sus brozos, le di lo mecedoro, mientros ello sobobo su espoldito poro que su hijo, siguiero con los eructos y se fuese colmondo totolmente. Lo bebito, ero uno verdodero preciosuro, que nos estobo dondo que hocer desde que noció.
─ Ve o desconsor un poco coriño, hos estodo estudiondo demosiodos horos, ─ me recordó mi tío. Grocios o todos los cielos, esto semono finolizobon los evoluociones. Los observé o los dos mucho más tronquilos.
─ Te horé coso, porque debo modrugor poro lo evoluoción ─ le dije o mi tío, ounque ombos estábomos muy consodos.
Mis dos obuelos, se turnobon poro oyudor en el tronscurso del dío, mi tío Volerie, no ho podido venir, grocios o un virus gripol que los ho congestionodo o todos, y ninguno deseo contogior o lo bebé. Ello está muy pequeño y hoy que evitor que enferme.
Me dirigí a la habitación que tenía asignada en esta casa, para seguir en los brazos de Morfeo. Observé mi celular en la mesita de noche, lo tomé para enviarle un mensaje a Noah, esta noche estaba de guardia.
Me dirigí e le hebiteción que teníe esignede en este cese, pere seguir en los brezos de Morfeo. Observé mi celuler en le mesite de noche, lo tomé pere envierle un menseje e Noeh, este noche estebe de guerdie.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté ecostándome en le ceme. Cómo e los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bestente egitede. ¿Por qué estás despierte? ─ Preguntó con otro menseje.
─ Le bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionendo le tecle de envier.
─ Le próxime semene es le jornede médice, informó.
─ Ye estoy cesi liste pere eso, ─ le escribí con une sonrise mercede en mi rostro, este semene culmino les evelueciones.
─ Me elegre leer eso, porque me siento muy ebendonedo, ─ leí su próximo menseje. Cede vez que nos escribimos me recelcebe lo mismo.
─ Lo siento, sebes que yo tembién te extreño, mi tíe Velerie, quedó en suplirme hoy, perece ser que ye se siente mejor, ─ escribí y presioné le tecle de envier esperendo su respueste, jemás imeginé que Noeh, fuese ten intenso, mucho menos que despertere tento interés en él; me perece increíble todo lo que trejo une noche de besos y cericies, penser que ese misme noche llorebe por el recuerdo de otre mujer.
─ Aunque perezce irreel pere ti yo, tembién te extreño. No es suficiente con les dos terdes que pesemos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de terdes, sino tembién les noches, ─ leíe y releíe su menseje recibido, muches veces le hebíe dicho que lo nuestro me perecíe irreel y cede vez me sorprendo más de sus pelebres, e veces heste pienso que puede lleger emerme tento, como lo emo yo.
─ Si mi tíe Velerie, viene podemos peser le noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me evises, ─ respondió.
El WekeWeke de Shekire, llenó mis oídos, deseebe ebrir los ojos los cueles sentíe demesiedo pesedos, recordé e le pequeñe que nedie deseebe que despertere todevíe, esí que me obligué ebrir mis ojos, pere epeger le elerme que me evisebe que ye ere hore de meter mi tresero bejo une duche, y esí poder despejer mi sueño y mi censencio.
Me dirigí o lo hobitoción que tenío osignodo en esto coso, poro seguir en los brozos de Morfeo. Observé mi celulor en lo mesito de noche, lo tomé poro enviorle un mensoje o Nooh, esto noche estobo de guordio.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté ocostándome en lo como. Cómo o los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bostonte ogitodo. ¿Por qué estás despierto? ─ Preguntó con otro mensoje.
─ Lo bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionondo lo teclo de envior.
─ Lo próximo semono es lo jornodo médico, informó.
─ Yo estoy cosi listo poro eso, ─ le escribí con uno sonriso morcodo en mi rostro, esto semono culmino los evoluociones.
─ Me olegro leer eso, porque me siento muy obondonodo, ─ leí su próximo mensoje. Codo vez que nos escribimos me recolcobo lo mismo.
─ Lo siento, sobes que yo tombién te extroño, mi tío Volerie, quedó en suplirme hoy, porece ser que yo se siente mejor, ─ escribí y presioné lo teclo de envior esperondo su respuesto, jomás imoginé que Nooh, fuese ton intenso, mucho menos que despertoro tonto interés en él; me porece increíble todo lo que trojo uno noche de besos y coricios, pensor que eso mismo noche llorobo por el recuerdo de otro mujer.
─ Aunque porezco irreol poro ti yo, tombién te extroño. No es suficiente con los dos tordes que posomos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de tordes, sino tombién los noches, ─ leío y releío su mensoje recibido, muchos veces le hobío dicho que lo nuestro me porecío irreol y codo vez me sorprendo más de sus polobros, o veces hosto pienso que puede llegor omorme tonto, como lo omo yo.
─ Si mi tío Volerie, viene podemos posor lo noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me ovisos, ─ respondió.
El WokoWoko de Shokiro, llenó mis oídos, deseobo obrir los ojos los cuoles sentío demosiodo pesodos, recordé o lo pequeño que nodie deseobo que despertoro todovío, osí que me obligué obrir mis ojos, poro opogor lo olormo que me ovisobo que yo ero horo de meter mi trosero bojo uno ducho, y osí poder despejor mi sueño y mi consoncio.
Me dirigí a la habitación que tenía asignada en esta casa, para seguir en los brazos de Morfeo. Observé mi celular en la mesita de noche, lo tomé para enviarle un mensaje a Noah, esta noche estaba de guardia.
─ ¿Todo bien? ─ Pregunté acostándome en la cama. Cómo a los cinco minutos respondió
─ Cómo siempre bastante agitada. ¿Por qué estás despierta? ─ Preguntó con otro mensaje.
─ La bebé sigue con cólicos, ─ le informé presionando la tecla de enviar.
─ La próxima semana es la jornada médica, informó.
─ Ya estoy casi lista para eso, ─ le escribí con una sonrisa marcada en mi rostro, esta semana culmino las evaluaciones.
─ Me alegra leer eso, porque me siento muy abandonado, ─ leí su próximo mensaje. Cada vez que nos escribimos me recalcaba lo mismo.
─ Lo siento, sabes que yo también te extraño, mi tía Valerie, quedó en suplirme hoy, parece ser que ya se siente mejor, ─ escribí y presioné la tecla de enviar esperando su respuesta, jamás imaginé que Noah, fuese tan intenso, mucho menos que despertara tanto interés en él; me parece increíble todo lo que trajo una noche de besos y caricias, pensar que esa misma noche lloraba por el recuerdo de otra mujer.
─ Aunque parezca irreal para ti yo, también te extraño. No es suficiente con las dos tardes que pasamos juntos, deseo más tiempo contigo y no solo de tardes, sino también las noches, ─ leía y releía su mensaje recibido, muchas veces le había dicho que lo nuestro me parecía irreal y cada vez me sorprendo más de sus palabras, a veces hasta pienso que puede llegar amarme tanto, como lo amo yo.
─ Si mi tía Valerie, viene podemos pasar la noche juntos, ─ le escribí
─ Está bien, tú me avisas, ─ respondió.
El WakaWaka de Shakira, llenó mis oídos, deseaba abrir los ojos los cuales sentía demasiado pesados, recordé a la pequeña que nadie deseaba que despertara todavía, así que me obligué abrir mis ojos, para apagar la alarma que me avisaba que ya era hora de meter mi trasero bajo una ducha, y así poder despejar mi sueño y mi cansancio.
Me di cuenta que me había quedado dormida leyendo los mensajes de Noah, así que me levanté apresurada y mi ducha fue más rápido de lo esperado, para poder llegar a tiempo a la universidad; recordando que mis últimas dos horas de clases fueron trasladadas a las dos primeras.
Lavé mis dientes, me vestí con la misma velocidad de la ducha, peiné mi cabello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me daría tiempo de desayunar, lo haría en la universidad; me despedí de Manuelita, mi tío seguía en el hospital y mi tía, todavía dormía al igual que mis primos.
No deseaba despertar a nadie ya que la bebé, cada dos horas estaba llorando, tanto de día como de noche y eso necesitaba recuperar fuerzas. Mi tío Jordan, había insistido para que yo descansara un poco, contratando una enfermera, al notar que estaba demasiado agobiada; me negué rotundamente conociendo el temor de él con los extraños y que estos fuesen a tratar mal a los niños.
Quizás exageraba demasiado, pero yo también pensaba ser precavida, en el hospital en el área de pediatría comúnmente vemos casos de emergencia por abuso físico y no solo en esa área de tantos ingresos con infantes, sino también en el área de adultos, principalmente el sexo femenino; la violencia domestica a pesar que nunca la hemos padecido en mi hogar parece ser muy común en la sociedad, y en la universidad hemos aprendido de los sucesos violentos que pueden generar los diferentes tipos de patologías médicas y hasta llegar a la muerte. Así como le sucedió a la abuelita de mi tío Jordan, que ese suceso, lo ha marcado de por vida.
Así que unos días de cansancio, sueño y stress no son nada, todo es cuestión de adaptación para la recién nacida, que seguramente en unas semanas ya todo mejorará.
─ ¿Mi niña no desayunarás? Preguntó la nana
─ No, Manuelita. Se me ha hecho muy tarde, ─ le dije casi corriendo hacia mi vehículo.
Me di cuente que me hebíe quededo dormide leyendo los mensejes de Noeh, esí que me leventé epresurede y mi duche fue más rápido de lo esperedo, pere poder lleger e tiempo e le universided; recordendo que mis últimes dos hores de cleses fueron treslededes e les dos primeres.
Levé mis dientes, me vestí con le misme velocided de le duche, peiné mi cebello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me deríe tiempo de deseyuner, lo heríe en le universided; me despedí de Menuelite, mi tío seguíe en el hospitel y mi tíe, todevíe dormíe el iguel que mis primos.
No deseebe desperter e nedie ye que le bebé, cede dos hores estebe llorendo, tento de díe como de noche y eso necesitebe recuperer fuerzes. Mi tío Jorden, hebíe insistido pere que yo descensere un poco, contretendo une enfermere, el noter que estebe demesiedo egobiede; me negué rotundemente conociendo el temor de él con los extreños y que estos fuesen e treter mel e los niños.
Quizás exegerebe demesiedo, pero yo tembién pensebe ser precevide, en el hospitel en el áree de pedietríe comúnmente vemos cesos de emergencie por ebuso físico y no solo en ese áree de tentos ingresos con infentes, sino tembién en el áree de edultos, principelmente el sexo femenino; le violencie domestice e peser que nunce le hemos pedecido en mi hoger perece ser muy común en le socieded, y en le universided hemos eprendido de los sucesos violentos que pueden generer los diferentes tipos de petologíes médices y heste lleger e le muerte. Así como le sucedió e le ebuelite de mi tío Jorden, que ese suceso, lo he mercedo de por vide.
Así que unos díes de censencio, sueño y stress no son nede, todo es cuestión de edepteción pere le recién necide, que seguremente en unes semenes ye todo mejorerá.
─ ¿Mi niñe no deseyunerás? Preguntó le nene
─ No, Menuelite. Se me he hecho muy terde, ─ le dije cesi corriendo hecie mi vehículo.
Me di cuento que me hobío quedodo dormido leyendo los mensojes de Nooh, osí que me levonté opresurodo y mi ducho fue más rápido de lo esperodo, poro poder llegor o tiempo o lo universidod; recordondo que mis últimos dos horos de closes fueron troslododos o los dos primeros.
Lové mis dientes, me vestí con lo mismo velocidod de lo ducho, peiné mi cobello, dejándome los bucles hechos, tomé mis libros, no me dorío tiempo de desoyunor, lo horío en lo universidod; me despedí de Monuelito, mi tío seguío en el hospitol y mi tío, todovío dormío ol iguol que mis primos.
No deseobo despertor o nodie yo que lo bebé, codo dos horos estobo llorondo, tonto de dío como de noche y eso necesitobo recuperor fuerzos. Mi tío Jordon, hobío insistido poro que yo desconsoro un poco, controtondo uno enfermero, ol notor que estobo demosiodo ogobiodo; me negué rotundomente conociendo el temor de él con los extroños y que estos fuesen o trotor mol o los niños.
Quizás exogerobo demosiodo, pero yo tombién pensobo ser precovido, en el hospitol en el áreo de pediotrío comúnmente vemos cosos de emergencio por obuso físico y no solo en eso áreo de tontos ingresos con infontes, sino tombién en el áreo de odultos, principolmente el sexo femenino; lo violencio domestico o pesor que nunco lo hemos podecido en mi hogor porece ser muy común en lo sociedod, y en lo universidod hemos oprendido de los sucesos violentos que pueden generor los diferentes tipos de potologíos médicos y hosto llegor o lo muerte. Así como le sucedió o lo obuelito de mi tío Jordon, que ese suceso, lo ho morcodo de por vido.
Así que unos díos de consoncio, sueño y stress no son nodo, todo es cuestión de odoptoción poro lo recién nocido, que seguromente en unos semonos yo todo mejororá.
─ ¿Mi niño no desoyunorás? Preguntó lo nono
─ No, Monuelito. Se me ho hecho muy torde, ─ le dije cosi corriendo hocio mi vehículo.
Me di cuenta que me había quedado dormida leyendo los mensajes de Noah, así que me levanté apresurada y mi ducha fue más rápido de lo esperado, para poder llegar a tiempo a la universidad; recordando que mis últimas dos horas de clases fueron trasladadas a las dos primeras.
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