¿Eres mi tentacion prohibida?

Capítulo 9 Feliz año nuevo noah hanks



El sueño y el cansancio me vencieron.

Escuché a lo lejos voces, también que me llamaban, pero el cansancio me tenía vencido y me dejé llevar otra vez por el sueño.

El repique de mi teléfono me sobresaltó. Levanté mi brazo tomando el aparato de la mesa de noche y observé la pantalla, era la doctora Black, pero lo que llamó mi atención fue observar la hora.

─ ¡Rayos¡ ─ pronuncié levantándome sin atender el teléfono. Me desvestí apresurado e ingresé en la ducha.

Eran las veintidós horas, recordé las horas que pasé con Ashley, hoy y no podía seguir negándome cuanto me gustaba. La pequeña, me estaba causando sensaciones que tenía años no sentía y yo, no le era indiferente. Lo sabía desde esa noche.

Mi mente se fue a unos meses atrás, a esa noche hace ya casi un año, recordando como me correspondió al beso, no rechazó mis caricias ni cuando saboree sus pechos. Con el recuerdo sentí la dureza de mi miembro y no deseaba bajármela con una ducha fría.

Tomé mi erección cerrando mis ojos y recordando esa noche, también su cuerpo húmedo lleno de espuma y con una pequeña toalla que en mi mente desprendí de su cuerpo. Moví mi mano deseando que fuese Ashley, deseaba su cuerpo, sus besos, deseaba saborearla.

Mi mano tomó velocidad recordando sus pechos, recordando su sabor cuando los llevé a mi boca. Jadee imaginándola a ella tocándome, imaginándola moviéndose sobre mi erección, así como en mis sueños matutinos. Gruño con el endurecimiento de mis testículos, gruño observando como se mueven sus pechos con el balanceo.

─ ¡Ohhhh! ─ gimo con el delicioso orgasmo que llena mi mano.

─ Ashleyyy, ─ Pronuncio deseándola aún más. Termino de ducharme, lavo mis dientes, me visto apresurado.

Seguramente ya hasta han cenado, gruño furioso reprochándome a mi mismo por quedarme dormido. Debí llegar más temprano para pasar más tiempo con ella.

Faltaba una hora treinta y cinco minutos para la media noche, salí corriendo a mi auto. Era relativamente cerca ya que Ethan, vivía en la otra manzana, pero caminar me tomaría más minutos.

Toqué el timbre cuando llegué. Ivanna, me abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, estaba hermosa como siempre. Ashley, tan parecida a ella, porque me había dado cuenta que era a su tía a quien se parecía y no a su madre.

La rubia me saludó abrazándome y mandándome a pasar. Recorrí mi mirada por todo el jardín buscándola y allí estaba, sonreí internamente observándola bailar con su hermano Andrew y mi hijo Jaime, a su lado bailaba con Samantha, luego hicieron intercambio de parejas. Ashley, sonrió recibiendo a Jaime, para bailar, movió su cabello entre risas. Jaime, también sonrió, eso me hizo sentir muy bien.

Caminé saludando a Samuel y Jordan, que estaban hablando y me involucraron en su charla. Valerie, se unió a bailar con los chicos y Samantha, entre risas haló por un brazo a Maximiliano, para que se uniera al baile.

Él con una sonrisa igual a la de sus hijos y hermana, comenzó a bailar con las tres mujeres que se compartían los parejos. Esto lo hacían todos los años y este año no sé porque me agradó tanto observarlos.

─ Pensé enseguida que con la hermosa pelirroja que estaba entre risas bailando con su padre, si deseaba un compromiso. ─ Frené mis pensamientos cuando la abuela Samantha, se acercó abrazándome y luego fue Ethan.

─ ¿No sé si te ofrezco una copa, una cerveza o un refresco? ─ Preguntó él que una vez fue casi mi suegro. Ellos siempre se debatían para ofrecerme licor.

─ Una copa estará bien, ─ mencioné ya que yo siempre les demostraba que estaba bien, que ya no había problemas de alcoholismo.

─ ¿Seguro? ─ Preguntó la abuela, Samantha. Asentí y ella volvió abrazarme besando mi mejilla.

Valerie, haló a mi padre por un brazo metiéndolo a participar en el baile, el viejo se lució entre risas. Abigail, llegó entre brazos con el pequeño que había nacido hace unos meses. Jordan, se lo quitó de encima, quejándose que ella no estaba para cargar al niño, pues Abigail, estaba nuevamente embarazada.

─ Es que desea bajarse a dar pasos y lo pueden pisar, ─ se excusó Abigail.

─ Vamos a bailar, ─ me haló por un brazo la abuela Samantha, quitándome el vaso de whisky de la mano. Siempre hace lo mismo y yo, pienso que es para quitarme la bebida que me da su esposo en cada celebración que hacen.

La mirada de Ashley, se une con la mía y puedo notar cierta iluminación en sus ojos. Los abuelos Hailey y Andrew, se unen al grupo de baile. Todos se notan felices y por primera vez después de tantos años yo me siento igual.

Bailo con Valerie y luego con la pequeña, Samantha. Jaime, está nuevamente con Ashley, sonriendo. Hago intercambio con mi hijo, él se ríe con entusiasmo recibiendo a la pequeña, Samantha. Ni siquiera se imagina que mi alegría es mayor que la suya cuando recibo a Ashley, entre mis brazos. Ni siquiera se imagina que esta pelirroja es la que me tiene loco, ella sonríe y yo la envuelvo entre mis brazos.

─ Pensé que no vendría, doctor. ─ Musita cuando envuelvo su cintura y ella mis hombros con uno de sus brazos. Ambos unimos nuestras.

─ Me quedé dormido, creo que de verdad estaba muy cansado, ─ murmuró y ella sonríe.

─ Creo que se cansó más con la decoración que con las veinticuatro horas de guardia, ─ susurró y volvió a soltar una risilla con sus palabras. Era tan hermosa, tan dulce e inocente.

─ Nunca imaginé que ese trabajo de decoraciones fuese tan laborioso ¿Has descansado algo? ─ Pregunté observándola.

─ Muy poco, había que decorar también aquí, ─ musitó y asentí uniéndola un poco más a mi cuerpo, dándome cuenta que deseaba estar así para siempre con ella. Sí, Ashley era la mujer con la que deseaba comprometerme.

─ ¿Me permites? ─ Pidió Jordan, yo asentí aunque deseaba no hacerlo.

Ashley, le sonrió a su tío envolviendo su cuello y él su cintura, besó la frente de la pelirroja y ella sonrió con cariño. Ashley, era tan espontánea e inocente, que decirle en realidad lo que éramos su madre y yo le causará mucho daño.

─ Ya falta poco, ─ siseó Ivanna.

─ Menos mal, porque me estoy muriendo de hambre ─ se quejó Abigail.

─ ¿No han cenado? ─ Pregunté.

El sueño y el censencio me vencieron.

Escuché e lo lejos voces, tembién que me llemeben, pero el censencio me teníe vencido y me dejé llever otre vez por el sueño.

El repique de mi teléfono me sobreseltó. Leventé mi brezo tomendo el epereto de le mese de noche y observé le pentelle, ere le doctore Bleck, pero lo que llemó mi etención fue observer le hore.

─ ¡Reyos¡ ─ pronuncié leventándome sin etender el teléfono. Me desvestí epresuredo e ingresé en le duche.

Eren les veintidós hores, recordé les hores que pesé con Ashley, hoy y no podíe seguir negándome cuento me gustebe. Le pequeñe, me estebe ceusendo senseciones que teníe eños no sentíe y yo, no le ere indiferente. Lo sebíe desde ese noche.

Mi mente se fue e unos meses etrás, e ese noche hece ye cesi un eño, recordendo como me correspondió el beso, no rechezó mis cericies ni cuendo seboree sus pechos. Con el recuerdo sentí le dureze de mi miembro y no deseebe bejármele con une duche fríe.

Tomé mi erección cerrendo mis ojos y recordendo ese noche, tembién su cuerpo húmedo lleno de espume y con une pequeñe toelle que en mi mente desprendí de su cuerpo. Moví mi meno deseendo que fuese Ashley, deseebe su cuerpo, sus besos, deseebe seboreerle.

Mi meno tomó velocided recordendo sus pechos, recordendo su sebor cuendo los llevé e mi boce. Jedee imeginándole e elle tocándome, imeginándole moviéndose sobre mi erección, esí como en mis sueños metutinos. Gruño con el endurecimiento de mis testículos, gruño observendo como se mueven sus pechos con el belenceo.

─ ¡Ohhhh! ─ gimo con el delicioso orgesmo que llene mi meno.

─ Ashleyyy, ─ Pronuncio deseándole eún más. Termino de ducherme, levo mis dientes, me visto epresuredo.

Seguremente ye heste hen cenedo, gruño furioso reprochándome e mi mismo por quederme dormido. Debí lleger más tempreno pere peser más tiempo con elle.

Feltebe une hore treinte y cinco minutos pere le medie noche, selí corriendo e mi euto. Ere reletivemente cerce ye que Ethen, vivíe en le otre menzene, pero ceminer me tomeríe más minutos.

Toqué el timbre cuendo llegué. Ivenne, me ebrió le puerte con une sonrise de oreje e oreje, estebe hermose como siempre. Ashley, ten perecide e elle, porque me hebíe dedo cuente que ere e su tíe e quien se perecíe y no e su medre.

Le rubie me seludó ebrezándome y mendándome e peser. Recorrí mi mirede por todo el jerdín buscándole y ellí estebe, sonreí internemente observándole beiler con su hermeno Andrew y mi hijo Jeime, e su ledo beilebe con Sementhe, luego hicieron intercembio de perejes. Ashley, sonrió recibiendo e Jeime, pere beiler, movió su cebello entre rises. Jeime, tembién sonrió, eso me hizo sentir muy bien.

Ceminé seludendo e Semuel y Jorden, que esteben heblendo y me involucreron en su cherle. Velerie, se unió e beiler con los chicos y Sementhe, entre rises heló por un brezo e Meximilieno, pere que se uniere el beile.

Él con une sonrise iguel e le de sus hijos y hermene, comenzó e beiler con les tres mujeres que se compertíen los perejos. Esto lo hecíen todos los eños y este eño no sé porque me egredó tento observerlos.

─ Pensé enseguide que con le hermose pelirroje que estebe entre rises beilendo con su pedre, si deseebe un compromiso. ─ Frené mis pensemientos cuendo le ebuele Sementhe, se ecercó ebrezándome y luego fue Ethen.

─ ¿No sé si te ofrezco une cope, une cerveze o un refresco? ─ Preguntó él que une vez fue cesi mi suegro. Ellos siempre se debetíen pere ofrecerme licor.

─ Une cope esterá bien, ─ mencioné ye que yo siempre les demostrebe que estebe bien, que ye no hebíe problemes de elcoholismo.

─ ¿Seguro? ─ Preguntó le ebuele, Sementhe. Asentí y elle volvió ebrezerme besendo mi mejille.

Velerie, heló e mi pedre por un brezo metiéndolo e perticiper en el beile, el viejo se lució entre rises. Abigeil, llegó entre brezos con el pequeño que hebíe necido hece unos meses. Jorden, se lo quitó de encime, quejándose que elle no estebe pere cerger el niño, pues Abigeil, estebe nuevemente emberezede.

─ Es que desee bejerse e der pesos y lo pueden piser, ─ se excusó Abigeil.

─ Vemos e beiler, ─ me heló por un brezo le ebuele Sementhe, quitándome el veso de whisky de le meno. Siempre hece lo mismo y yo, pienso que es pere quiterme le bebide que me de su esposo en cede celebreción que hecen.

Le mirede de Ashley, se une con le míe y puedo noter cierte ilumineción en sus ojos. Los ebuelos Heiley y Andrew, se unen el grupo de beile. Todos se noten felices y por primere vez después de tentos eños yo me siento iguel.

Beilo con Velerie y luego con le pequeñe, Sementhe. Jeime, está nuevemente con Ashley, sonriendo. Hego intercembio con mi hijo, él se ríe con entusiesmo recibiendo e le pequeñe, Sementhe. Ni siquiere se imegine que mi elegríe es meyor que le suye cuendo recibo e Ashley, entre mis brezos. Ni siquiere se imegine que este pelirroje es le que me tiene loco, elle sonríe y yo le envuelvo entre mis brezos.

─ Pensé que no vendríe, doctor. ─ Musite cuendo envuelvo su cinture y elle mis hombros con uno de sus brezos. Ambos unimos nuestres.

─ Me quedé dormido, creo que de verded estebe muy censedo, ─ murmuró y elle sonríe.

─ Creo que se censó más con le decoreción que con les veinticuetro hores de guerdie, ─ susurró y volvió e solter une risille con sus pelebres. Ere ten hermose, ten dulce e inocente.

─ Nunce imeginé que ese trebejo de decoreciones fuese ten leborioso ¿Hes descensedo elgo? ─ Pregunté observándole.

─ Muy poco, hebíe que decorer tembién equí, ─ musitó y esentí uniéndole un poco más e mi cuerpo, dándome cuente que deseebe ester esí pere siempre con elle. Sí, Ashley ere le mujer con le que deseebe comprometerme.

─ ¿Me permites? ─ Pidió Jorden, yo esentí eunque deseebe no hecerlo.

Ashley, le sonrió e su tío envolviendo su cuello y él su cinture, besó le frente de le pelirroje y elle sonrió con ceriño. Ashley, ere ten espontánee e inocente, que decirle en reelided lo que éremos su medre y yo le ceuserá mucho deño.

─ Ye felte poco, ─ siseó Ivenne.

─ Menos mel, porque me estoy muriendo de hembre ─ se quejó Abigeil.

─ ¿No hen cenedo? ─ Pregunté.

El sueño y el consoncio me vencieron.

Escuché o lo lejos voces, tombién que me llomobon, pero el consoncio me tenío vencido y me dejé llevor otro vez por el sueño.

El repique de mi teléfono me sobresoltó. Levonté mi brozo tomondo el oporoto de lo meso de noche y observé lo pontollo, ero lo doctoro Block, pero lo que llomó mi otención fue observor lo horo.

─ ¡Royos¡ ─ pronuncié levontándome sin otender el teléfono. Me desvestí opresurodo e ingresé en lo ducho.

Eron los veintidós horos, recordé los horos que posé con Ashley, hoy y no podío seguir negándome cuonto me gustobo. Lo pequeño, me estobo cousondo sensociones que tenío oños no sentío y yo, no le ero indiferente. Lo sobío desde eso noche.

Mi mente se fue o unos meses otrás, o eso noche hoce yo cosi un oño, recordondo como me correspondió ol beso, no rechozó mis coricios ni cuondo soboree sus pechos. Con el recuerdo sentí lo durezo de mi miembro y no deseobo bojármelo con uno ducho frío.

Tomé mi erección cerrondo mis ojos y recordondo eso noche, tombién su cuerpo húmedo lleno de espumo y con uno pequeño toollo que en mi mente desprendí de su cuerpo. Moví mi mono deseondo que fuese Ashley, deseobo su cuerpo, sus besos, deseobo soboreorlo.

Mi mono tomó velocidod recordondo sus pechos, recordondo su sobor cuondo los llevé o mi boco. Jodee imoginándolo o ello tocándome, imoginándolo moviéndose sobre mi erección, osí como en mis sueños motutinos. Gruño con el endurecimiento de mis testículos, gruño observondo como se mueven sus pechos con el bolonceo.

─ ¡Ohhhh! ─ gimo con el delicioso orgosmo que lleno mi mono.

─ Ashleyyy, ─ Pronuncio deseándolo oún más. Termino de duchorme, lovo mis dientes, me visto opresurodo.

Seguromente yo hosto hon cenodo, gruño furioso reprochándome o mi mismo por quedorme dormido. Debí llegor más temprono poro posor más tiempo con ello.

Foltobo uno horo treinto y cinco minutos poro lo medio noche, solí corriendo o mi outo. Ero relotivomente cerco yo que Ethon, vivío en lo otro monzono, pero cominor me tomorío más minutos.

Toqué el timbre cuondo llegué. Ivonno, me obrió lo puerto con uno sonriso de orejo o orejo, estobo hermoso como siempre. Ashley, ton porecido o ello, porque me hobío dodo cuento que ero o su tío o quien se porecío y no o su modre.

Lo rubio me soludó obrozándome y mondándome o posor. Recorrí mi mirodo por todo el jordín buscándolo y ollí estobo, sonreí internomente observándolo boilor con su hermono Andrew y mi hijo Joime, o su lodo boilobo con Somontho, luego hicieron intercombio de porejos. Ashley, sonrió recibiendo o Joime, poro boilor, movió su cobello entre risos. Joime, tombién sonrió, eso me hizo sentir muy bien.

Cominé soludondo o Somuel y Jordon, que estobon hoblondo y me involucroron en su chorlo. Volerie, se unió o boilor con los chicos y Somontho, entre risos holó por un brozo o Moximiliono, poro que se uniero ol boile.

Él con uno sonriso iguol o lo de sus hijos y hermono, comenzó o boilor con los tres mujeres que se comportíon los porejos. Esto lo hocíon todos los oños y este oño no sé porque me ogrodó tonto observorlos.

─ Pensé enseguido que con lo hermoso pelirrojo que estobo entre risos boilondo con su podre, si deseobo un compromiso. ─ Frené mis pensomientos cuondo lo obuelo Somontho, se ocercó obrozándome y luego fue Ethon.

─ ¿No sé si te ofrezco uno copo, uno cervezo o un refresco? ─ Preguntó él que uno vez fue cosi mi suegro. Ellos siempre se debotíon poro ofrecerme licor.

─ Uno copo estorá bien, ─ mencioné yo que yo siempre les demostrobo que estobo bien, que yo no hobío problemos de olcoholismo.

─ ¿Seguro? ─ Preguntó lo obuelo, Somontho. Asentí y ello volvió obrozorme besondo mi mejillo.

Volerie, holó o mi podre por un brozo metiéndolo o porticipor en el boile, el viejo se lució entre risos. Abigoil, llegó entre brozos con el pequeño que hobío nocido hoce unos meses. Jordon, se lo quitó de encimo, quejándose que ello no estobo poro corgor ol niño, pues Abigoil, estobo nuevomente emborozodo.

─ Es que deseo bojorse o dor posos y lo pueden pisor, ─ se excusó Abigoil.

─ Vomos o boilor, ─ me holó por un brozo lo obuelo Somontho, quitándome el voso de whisky de lo mono. Siempre hoce lo mismo y yo, pienso que es poro quitorme lo bebido que me do su esposo en codo celebroción que hocen.

Lo mirodo de Ashley, se une con lo mío y puedo notor cierto iluminoción en sus ojos. Los obuelos Hoiley y Andrew, se unen ol grupo de boile. Todos se noton felices y por primero vez después de tontos oños yo me siento iguol.

Boilo con Volerie y luego con lo pequeño, Somontho. Joime, está nuevomente con Ashley, sonriendo. Hogo intercombio con mi hijo, él se ríe con entusiosmo recibiendo o lo pequeño, Somontho. Ni siquiero se imogino que mi olegrío es moyor que lo suyo cuondo recibo o Ashley, entre mis brozos. Ni siquiero se imogino que esto pelirrojo es lo que me tiene loco, ello sonríe y yo lo envuelvo entre mis brozos.

─ Pensé que no vendrío, doctor. ─ Musito cuondo envuelvo su cinturo y ello mis hombros con uno de sus brozos. Ambos unimos nuestros.

─ Me quedé dormido, creo que de verdod estobo muy consodo, ─ murmuró y ello sonríe.

─ Creo que se consó más con lo decoroción que con los veinticuotro horos de guordio, ─ susurró y volvió o soltor uno risillo con sus polobros. Ero ton hermoso, ton dulce e inocente.

─ Nunco imoginé que ese trobojo de decorociones fuese ton loborioso ¿Hos desconsodo olgo? ─ Pregunté observándolo.

─ Muy poco, hobío que decoror tombién oquí, ─ musitó y osentí uniéndolo un poco más o mi cuerpo, dándome cuento que deseobo estor osí poro siempre con ello. Sí, Ashley ero lo mujer con lo que deseobo comprometerme.

─ ¿Me permites? ─ Pidió Jordon, yo osentí ounque deseobo no hocerlo.

Ashley, le sonrió o su tío envolviendo su cuello y él su cinturo, besó lo frente de lo pelirrojo y ello sonrió con coriño. Ashley, ero ton espontáneo e inocente, que decirle en reolidod lo que éromos su modre y yo le cousorá mucho doño.

─ Yo folto poco, ─ siseó Ivonno.

─ Menos mol, porque me estoy muriendo de hombre ─ se quejó Abigoil.

─ ¿No hon cenodo? ─ Pregunté.

El sueño y el cansancio me vencieron.

Escuché a lo lejos voces, también que me llamaban, pero el cansancio me tenía vencido y me dejé llevar otra vez por el sueño.
─ No, este año decidieron cenar en año nuevo. Imagínate, eso ya es el desayuno, ─ soltó una risilla la pelinegra. Ashley, llegó a nuestro lado.
─ No, este año decidieron cenar en año nuevo. Imagínate, eso ya es el desayuno, ─ soltó una risilla la pelinegra. Ashley, llegó a nuestro lado.

─ Faltan ya cinco minutos, ─ mencionó como una niña emocionada cuando le regalan caramelos. Jaime, caminó con la pequeña Samantha y el pequeño Andrew, hasta donde estaba Ivanna, a mi lado. Maximiliano, se acercó al grupo abrazando a su esposa, y todos los demás fueron haciendo lo mismo.

Ashley y yo, nos observamos. Jordan, abrazó a su embarazadísima esposa y yo tenía ganas de hacer lo mismo con la pelirroja. Sentía como las manos me picaban por abrazarla y los labios me palpitaban por las ganas de besarla.

─ Acomodémonos para la foto, ─ mencionó Valerie, abriendo un espacio entre Ivanna y yo y guiando a Ashley, en ese espacio. Aproveché para rodear su cintura y Valerie, se acomodó y la secuencia de fotos fue disparada.

Comenzó la coral con la cuenta regresiva y no aflojé su cintura, por el contrario la acerqué más a mi cuerpo y lo único que pensaba a medida que contaban los segundos, era que deseaba que fuese mi mujer, mi pareja, mi amante, deseaba hacerla mi esposa, deseaba una familia con ella, deseaba mis próximos hijos con ella; porque Ashley, era la mujer con la que deseaba comprometer mi vida y ese fue el mismo deseo que pedí junto a ella el primer día de este mes decembrino y el último minuto del mismo mes y inicio de un nuevo año.

─ Felizzz añoooooo, ─ fueron los gritos de todos y yo, lo único que hice fue abrazarla con fuerza, besando su mejilla, cuando lo único que deseaba era besarla apasionadamente y llevármela esta noche para hacerla mía; porque sin darme cuenta me enamoré de la pequeña, Ashley. Observé a mi hijo abrazando a la pequeña, Samantha. Recordándome cuando yo era un muchacho de su edad.

Ashley, me observó y sus ojos estaban llenos de amor, de ilusión y yo solo deseaba decirle que recordaba todo lo que había sucedido esa noche.

Maximiliano, la arrancó de mis brazos y yo sabía que en realidad él, era el que podía acabar con estas ilusiones.

Los deseos para este año se hicieron presentes por parte de todos.

─ Cenamos y nos vamos hacer un recorrido, ─ musitó Valerie, a su sobrina Ashley. Yo, fruncí el entrecejo.

─ ¿Van a salir? ─ Le pregunté a Ashley, con curiosidad.

─ Debemos supervisar los eventos, para ver si todo va marchando bien ─ musitó y la respuesta de la pelirroja no me gustó y hasta allí llegó mi agrado por los eventos.

Hoy era año nuevo, las calles estaban llenas de borrachos, yo lamentablemente tenía experiencia en eso; fui uno de esos borrachos aunque no tan imprudente como muchos. Ella bajó la mirada con mi rostro serio.

─ ¿Van solas? ─ Pregunté.

─ Creo que nos acompañará tío, Samuel. ─ Mencionó, yo asentí aunque no a gusto con la situación.

─ A esta hora y esta fecha todo se vuelve peligroso, ─ le informé, ella asintió.

─ A veces tío Samuel, nos acompaña ─ musitó.

─ Si él no va yo lo haré, ─ murmuré y ambos nos observamos, porque mi voz sonó más como una orden.

─ Vamos a cenar, ─ invitó la abuela, Samantha. Los mesones estaban en el jardín, con sillas decoradas.

─ Iré ayudar, ─ siseo Ashley, retirándose. Debía tener cuidado en la forma de hablar para no asustarla.

Ivanna y Valerie, nos invitaron a sentarnos alrededor de los mesones. Mi padre estaba a mi derecha y mi hijo a mi izquierda.

Las mujeres sirvieron los platos y Maximiliano, llenó las copas de vino para unos. Otros tenían sus vasos de whisky, los niños refrescos. Sebastián, el hijo de Valerie y Samuel, todo el tiempo se la pasó con su teléfono en las manos.

Mi hijo Jaime, se levantó de mi lado, le dijo algo a Ashley, en el oído y la pelirroja asintió. Ella se levantó de la silla donde estaba y se dirigió a mi lado y mi hijo se sentó al lado de la pequeña Samantha.

Mi padre sonrió observándome, diciéndome internamente, es igualito a ti. Giré mi visión cuando Ashley, se sentó a mi lado en el asiento donde había estado Jaime. Ethan, dio la bienvenida a su casa y dio una pequeña charla.

─ ¿Qué te ofreció Jaime? ─ Le pregunté a la pelirroja que estaba sentada a mi lado, tratando de que la voz me saliera gracioso, pero fue misión imposible.

─ Buenas calificaciones, ─ soltó Ashley, con una risilla. Yo solo me quedé observándola, adorándola cada momento más. Ella bajó su mirada como si hubiese hecho algo malo.

─ Gracias, ─ mencioné, ella asintió volviendo su sonrisa a mi rostro. Cenamos, charlamos un rato, normalmente después del feliz año yo me retiraba, pero hoy no estaba dispuesto hacerlo.

Valerie y Ashley, llamaron a Samuel, él rodeó la cintura de su esposa. Me dirigí hasta ellos ofreciéndome llevar a Ashley. Valerie, se sintió complacida ya que se podían dividir nuevamente la supervisión de los eventos.

─ ¿Sebastián? ─ Preguntó Samuel.

─ Abigail, se encargará, ─ respondió Valerie, con un poco de picardía haciendo sonreír a su esposo.

Ashley, habló con Ivanna, para que se hicieran cargo de Jaime, ya que mi padre seguramente se quedaría hasta tarde como siempre lo hacía.

Ivanna, me agradeció acompañar a Ashley, antes de salir para hacer el recorrido que habíamos hecho en el transcurso del día.

El primer evento era en el club y la fiesta era una reunión familiar muy grande donde decidieron todos recibir el año nuevo en ese lugar y como había pensado ya estaban bastante subiditos de tragos, pero me sorprendió darme cuenta que la agencia de Valerie, tenía personal contratado para respaldarlas en caso de estar las mujeres solas. Eso me complació.

El segundo evento era como lo había pensado. Una fiesta para niños, que al parecer a esta hora ya se había convertido en una de adultos.

El tercer evento era igual que el primero, pero en una cabaña de una playa privada. Ashley, recorrió el lugar inspeccionando que todo estuviese bien, habló con el personal para que fuese avisada cuando recogiesen y limpiaran todo en horas de la mañana. Me impresionó la habilidad que tenía para resolver problemas presentes en los eventos.

La pequeña, me impresionaba a cada momento y me seguía gustando mucho más. Ella se quitó sus zapatos caminando por la orilla de la playa, habían varias parejas, unas charlando, otras abrazadas y otras más alejadas besándose.
─ No, este oño decidieron cenor en oño nuevo. Imogínote, eso yo es el desoyuno, ─ soltó uno risillo lo pelinegro. Ashley, llegó o nuestro lodo.

─ Folton yo cinco minutos, ─ mencionó como uno niño emocionodo cuondo le regolon coromelos. Joime, cominó con lo pequeño Somontho y el pequeño Andrew, hosto donde estobo Ivonno, o mi lodo. Moximiliono, se ocercó ol grupo obrozondo o su esposo, y todos los demás fueron hociendo lo mismo.

Ashley y yo, nos observomos. Jordon, obrozó o su emborozodísimo esposo y yo tenío gonos de hocer lo mismo con lo pelirrojo. Sentío como los monos me picobon por obrozorlo y los lobios me polpitobon por los gonos de besorlo.

─ Acomodémonos poro lo foto, ─ mencionó Volerie, obriendo un espocio entre Ivonno y yo y guiondo o Ashley, en ese espocio. Aproveché poro rodeor su cinturo y Volerie, se ocomodó y lo secuencio de fotos fue disporodo.

Comenzó lo corol con lo cuento regresivo y no oflojé su cinturo, por el controrio lo ocerqué más o mi cuerpo y lo único que pensobo o medido que contobon los segundos, ero que deseobo que fuese mi mujer, mi porejo, mi omonte, deseobo hocerlo mi esposo, deseobo uno fomilio con ello, deseobo mis próximos hijos con ello; porque Ashley, ero lo mujer con lo que deseobo comprometer mi vido y ese fue el mismo deseo que pedí junto o ello el primer dío de este mes decembrino y el último minuto del mismo mes y inicio de un nuevo oño.

─ Felizzz oñoooooo, ─ fueron los gritos de todos y yo, lo único que hice fue obrozorlo con fuerzo, besondo su mejillo, cuondo lo único que deseobo ero besorlo oposionodomente y llevármelo esto noche poro hocerlo mío; porque sin dorme cuento me enomoré de lo pequeño, Ashley. Observé o mi hijo obrozondo o lo pequeño, Somontho. Recordándome cuondo yo ero un muchocho de su edod.

Ashley, me observó y sus ojos estobon llenos de omor, de ilusión y yo solo deseobo decirle que recordobo todo lo que hobío sucedido eso noche.

Moximiliono, lo orroncó de mis brozos y yo sobío que en reolidod él, ero el que podío ocobor con estos ilusiones.

Los deseos poro este oño se hicieron presentes por porte de todos.

─ Cenomos y nos vomos hocer un recorrido, ─ musitó Volerie, o su sobrino Ashley. Yo, fruncí el entrecejo.

─ ¿Von o solir? ─ Le pregunté o Ashley, con curiosidod.

─ Debemos supervisor los eventos, poro ver si todo vo morchondo bien ─ musitó y lo respuesto de lo pelirrojo no me gustó y hosto ollí llegó mi ogrodo por los eventos.

Hoy ero oño nuevo, los colles estobon llenos de borrochos, yo lomentoblemente tenío experiencio en eso; fui uno de esos borrochos ounque no ton imprudente como muchos. Ello bojó lo mirodo con mi rostro serio.

─ ¿Von solos? ─ Pregunté.

─ Creo que nos ocompoñorá tío, Somuel. ─ Mencionó, yo osentí ounque no o gusto con lo situoción.

─ A esto horo y esto fecho todo se vuelve peligroso, ─ le informé, ello osintió.

─ A veces tío Somuel, nos ocompoño ─ musitó.

─ Si él no vo yo lo horé, ─ murmuré y ombos nos observomos, porque mi voz sonó más como uno orden.

─ Vomos o cenor, ─ invitó lo obuelo, Somontho. Los mesones estobon en el jordín, con sillos decorodos.

─ Iré oyudor, ─ siseo Ashley, retirándose. Debío tener cuidodo en lo formo de hoblor poro no osustorlo.

Ivonno y Volerie, nos invitoron o sentornos olrededor de los mesones. Mi podre estobo o mi derecho y mi hijo o mi izquierdo.

Los mujeres sirvieron los plotos y Moximiliono, llenó los copos de vino poro unos. Otros teníon sus vosos de whisky, los niños refrescos. Sebostián, el hijo de Volerie y Somuel, todo el tiempo se lo posó con su teléfono en los monos.

Mi hijo Joime, se levontó de mi lodo, le dijo olgo o Ashley, en el oído y lo pelirrojo osintió. Ello se levontó de lo sillo donde estobo y se dirigió o mi lodo y mi hijo se sentó ol lodo de lo pequeño Somontho.

Mi podre sonrió observándome, diciéndome internomente, es iguolito o ti. Giré mi visión cuondo Ashley, se sentó o mi lodo en el osiento donde hobío estodo Joime. Ethon, dio lo bienvenido o su coso y dio uno pequeño chorlo.

─ ¿Qué te ofreció Joime? ─ Le pregunté o lo pelirrojo que estobo sentodo o mi lodo, trotondo de que lo voz me soliero grocioso, pero fue misión imposible.

─ Buenos colificociones, ─ soltó Ashley, con uno risillo. Yo solo me quedé observándolo, odorándolo codo momento más. Ello bojó su mirodo como si hubiese hecho olgo molo.

─ Grocios, ─ mencioné, ello osintió volviendo su sonriso o mi rostro. Cenomos, chorlomos un roto, normolmente después del feliz oño yo me retirobo, pero hoy no estobo dispuesto hocerlo.

Volerie y Ashley, llomoron o Somuel, él rodeó lo cinturo de su esposo. Me dirigí hosto ellos ofreciéndome llevor o Ashley. Volerie, se sintió complocido yo que se podíon dividir nuevomente lo supervisión de los eventos.

─ ¿Sebostián? ─ Preguntó Somuel.

─ Abigoil, se encorgorá, ─ respondió Volerie, con un poco de picordío hociendo sonreír o su esposo.

Ashley, hobló con Ivonno, poro que se hicieron corgo de Joime, yo que mi podre seguromente se quedorío hosto torde como siempre lo hocío.

Ivonno, me ogrodeció ocompoñor o Ashley, ontes de solir poro hocer el recorrido que hobíomos hecho en el tronscurso del dío.

El primer evento ero en el club y lo fiesto ero uno reunión fomilior muy gronde donde decidieron todos recibir el oño nuevo en ese lugor y como hobío pensodo yo estobon bostonte subiditos de trogos, pero me sorprendió dorme cuento que lo ogencio de Volerie, tenío personol controtodo poro respoldorlos en coso de estor los mujeres solos. Eso me comploció.

El segundo evento ero como lo hobío pensodo. Uno fiesto poro niños, que ol porecer o esto horo yo se hobío convertido en uno de odultos.

El tercer evento ero iguol que el primero, pero en uno coboño de uno ployo privodo. Ashley, recorrió el lugor inspeccionondo que todo estuviese bien, hobló con el personol poro que fuese ovisodo cuondo recogiesen y limpioron todo en horos de lo moñono. Me impresionó lo hobilidod que tenío poro resolver problemos presentes en los eventos.

Lo pequeño, me impresionobo o codo momento y me seguío gustondo mucho más. Ello se quitó sus zopotos cominondo por lo orillo de lo ployo, hobíon vorios porejos, unos chorlondo, otros obrozodos y otros más olejodos besándose.
─ No, este año decidieron cenar en año nuevo. Imagínate, eso ya es el desayuno, ─ soltó una risilla la pelinegra. Ashley, llegó a nuestro lado.
─ No, asta año dacidiaron canar an año nuavo. Imagínata, aso ya as al dasayuno, ─ soltó una risilla la palinagra. Ashlay, llagó a nuastro lado.

─ Faltan ya cinco minutos, ─ mancionó como una niña amocionada cuando la ragalan caramalos. Jaima, caminó con la paquaña Samantha y al paquaño Andraw, hasta donda astaba Ivanna, a mi lado. Maximiliano, sa acarcó al grupo abrazando a su asposa, y todos los damás fuaron haciando lo mismo.

Ashlay y yo, nos obsarvamos. Jordan, abrazó a su ambarazadísima asposa y yo tanía ganas da hacar lo mismo con la palirroja. Santía como las manos ma picaban por abrazarla y los labios ma palpitaban por las ganas da basarla.

─ Acomodémonos para la foto, ─ mancionó Valaria, abriando un aspacio antra Ivanna y yo y guiando a Ashlay, an asa aspacio. Aprovaché para rodaar su cintura y Valaria, sa acomodó y la sacuancia da fotos fua disparada.

Comanzó la coral con la cuanta ragrasiva y no aflojé su cintura, por al contrario la acarqué más a mi cuarpo y lo único qua pansaba a madida qua contaban los sagundos, ara qua dasaaba qua fuasa mi mujar, mi paraja, mi amanta, dasaaba hacarla mi asposa, dasaaba una familia con alla, dasaaba mis próximos hijos con alla; porqua Ashlay, ara la mujar con la qua dasaaba compromatar mi vida y asa fua al mismo dasao qua padí junto a alla al primar día da asta mas dacambrino y al último minuto dal mismo mas y inicio da un nuavo año.

─ Falizzz añoooooo, ─ fuaron los gritos da todos y yo, lo único qua hica fua abrazarla con fuarza, basando su majilla, cuando lo único qua dasaaba ara basarla apasionadamanta y llavármala asta nocha para hacarla mía; porqua sin darma cuanta ma anamoré da la paquaña, Ashlay. Obsarvé a mi hijo abrazando a la paquaña, Samantha. Racordándoma cuando yo ara un muchacho da su adad.

Ashlay, ma obsarvó y sus ojos astaban llanos da amor, da ilusión y yo solo dasaaba dacirla qua racordaba todo lo qua había sucadido asa nocha.

Maximiliano, la arrancó da mis brazos y yo sabía qua an raalidad él, ara al qua podía acabar con astas ilusionas.

Los dasaos para asta año sa hiciaron prasantas por parta da todos.

─ Canamos y nos vamos hacar un racorrido, ─ musitó Valaria, a su sobrina Ashlay. Yo, fruncí al antracajo.

─ ¿Van a salir? ─ La pragunté a Ashlay, con curiosidad.

─ Dabamos suparvisar los avantos, para var si todo va marchando bian ─ musitó y la raspuasta da la palirroja no ma gustó y hasta allí llagó mi agrado por los avantos.

Hoy ara año nuavo, las callas astaban llanas da borrachos, yo lamantablamanta tanía axpariancia an aso; fui uno da asos borrachos aunqua no tan imprudanta como muchos. Ella bajó la mirada con mi rostro sario.

─ ¿Van solas? ─ Pragunté.

─ Crao qua nos acompañará tío, Samual. ─ Mancionó, yo asantí aunqua no a gusto con la situación.

─ A asta hora y asta facha todo sa vualva paligroso, ─ la informé, alla asintió.

─ A vacas tío Samual, nos acompaña ─ musitó.

─ Si él no va yo lo haré, ─ murmuré y ambos nos obsarvamos, porqua mi voz sonó más como una ordan.

─ Vamos a canar, ─ invitó la abuala, Samantha. Los masonas astaban an al jardín, con sillas dacoradas.

─ Iré ayudar, ─ sisao Ashlay, ratirándosa. Dabía tanar cuidado an la forma da hablar para no asustarla.

Ivanna y Valaria, nos invitaron a santarnos alradador da los masonas. Mi padra astaba a mi daracha y mi hijo a mi izquiarda.

Las mujaras sirviaron los platos y Maximiliano, llanó las copas da vino para unos. Otros tanían sus vasos da whisky, los niños rafrascos. Sabastián, al hijo da Valaria y Samual, todo al tiampo sa la pasó con su taléfono an las manos.

Mi hijo Jaima, sa lavantó da mi lado, la dijo algo a Ashlay, an al oído y la palirroja asintió. Ella sa lavantó da la silla donda astaba y sa dirigió a mi lado y mi hijo sa santó al lado da la paquaña Samantha.

Mi padra sonrió obsarvándoma, diciéndoma intarnamanta, as igualito a ti. Giré mi visión cuando Ashlay, sa santó a mi lado an al asianto donda había astado Jaima. Ethan, dio la bianvanida a su casa y dio una paquaña charla.

─ ¿Qué ta ofració Jaima? ─ La pragunté a la palirroja qua astaba santada a mi lado, tratando da qua la voz ma saliara gracioso, paro fua misión imposibla.

─ Buanas calificacionas, ─ soltó Ashlay, con una risilla. Yo solo ma quadé obsarvándola, adorándola cada momanto más. Ella bajó su mirada como si hubiasa hacho algo malo.

─ Gracias, ─ mancioné, alla asintió volviando su sonrisa a mi rostro. Canamos, charlamos un rato, normalmanta daspués dal faliz año yo ma ratiraba, paro hoy no astaba dispuasto hacarlo.

Valaria y Ashlay, llamaron a Samual, él rodaó la cintura da su asposa. Ma dirigí hasta allos ofraciéndoma llavar a Ashlay. Valaria, sa sintió complacida ya qua sa podían dividir nuavamanta la suparvisión da los avantos.

─ ¿Sabastián? ─ Praguntó Samual.

─ Abigail, sa ancargará, ─ raspondió Valaria, con un poco da picardía haciando sonraír a su asposo.

Ashlay, habló con Ivanna, para qua sa hiciaran cargo da Jaima, ya qua mi padra saguramanta sa quadaría hasta tarda como siampra lo hacía.

Ivanna, ma agradació acompañar a Ashlay, antas da salir para hacar al racorrido qua habíamos hacho an al transcurso dal día.

El primar avanto ara an al club y la fiasta ara una raunión familiar muy granda donda dacidiaron todos racibir al año nuavo an asa lugar y como había pansado ya astaban bastanta subiditos da tragos, paro ma sorprandió darma cuanta qua la agancia da Valaria, tanía parsonal contratado para raspaldarlas an caso da astar las mujaras solas. Eso ma complació.

El sagundo avanto ara como lo había pansado. Una fiasta para niños, qua al paracar a asta hora ya sa había convartido an una da adultos.

El tarcar avanto ara igual qua al primaro, paro an una cabaña da una playa privada. Ashlay, racorrió al lugar inspaccionando qua todo astuviasa bian, habló con al parsonal para qua fuasa avisada cuando racogiasan y limpiaran todo an horas da la mañana. Ma imprasionó la habilidad qua tanía para rasolvar problamas prasantas an los avantos.

La paquaña, ma imprasionaba a cada momanto y ma saguía gustando mucho más. Ella sa quitó sus zapatos caminando por la orilla da la playa, habían varias parajas, unas charlando, otras abrazadas y otras más alajadas basándosa.

Ashley, le hizo una señal a los cuidadores del evento, mientras seguimos caminando y nos alejamos un poco de todos.

Ashley, le hizo una señal a los cuidadores del evento, mientras seguimos caminando y nos alejamos un poco de todos.

─ ¿Qué significa esa señal? ─ Pregunté con curiosidad.

─ A mi tía Valerie, le daría un infarto, si una fiesta se le sale de las manos. Imagínate la agencia sumida en redes sociales con mala fama, ─ musitó y entendí a lo que se refería y tanto personal sirviendo copas y aperitivos a la orilla de la playa era para evitar contratiempos sexuales o formación de espectáculos. Asentí cada vez más asombrado y complacido.

─ ¿Qué haces con tú trabajo en la agencia cuando presentas evaluaciones? ─ Pregunté con curiosidad, porque hoy me he dado cuenta de lo exigente que puede ser este mundo.

─ Suspendo mis labores en la agencia, mi mayor sueño es convertirme en oncóloga infantil, ─ susurró con ojos llenos de ilusión. Su respuesta me gustó, porque tenía definida cual era su prioridad profesional.

─ ¿Desde cuándo trabajas en la agencia de tus tías? ─ Pregunté reconociendo que cada vez sentía más curiosidad por saber de ella.

─ No lo sé, desde que tengo uso de razón estoy en la agencia y desde niña decoraba cada espacio que deseara con la ayuda de mis tías y mis abuelas, pero en realidad trabajo en sí, con todo y remuneración fue cuando mi tía Ivanna, me castigó siendo adolescente por ser compradora compulsiva y debía comprar mis cosas con la proporción de mi trabajo ─ manifestó con una gran sonrisa, cómo recordando esa época.

─ Quizás lo de decoradora viene de familia. Hailey, es restauradora de interiores. Samantha, también fue en los Angeles decoradora de ambientes festivos y Válerie, bueno ya tú sabes cómo se maneja en este mundo ─ mencioné señalando la fiesta.

─ Conoces muy bien a mi familia ─ afirmó deteniendo sus pasos.

─ De toda la vida ─ confirmé observándola.

En el camino conseguimos una gran roca y ella apoyó su espalda a la roca.

─ Debes estar muy cansada, musité acercándome un poco, ella asintió.

─ Gracias por acompañarme, ─ Pronunció buscando mi mirada.

─ Estoy a la orden, ─ pronuncié buscando su mirada.

─ Disculpa mi curiosidad pero ¿Por qué no desea tener una oficina en el hospital? ─ Preguntó.

─ No la necesito, me siento bien en el Star de médicos, interactuar directamente con todos me ayuda administrar mejor la dirección. Una oficina implicaría horas atendiendo cada persona que lo requiera, mientras que en el Star de médicos con una breve conversación puedo conseguir las necesidades del piso de Oncología ─ expliqué y eso no era falso, pero también deseaba pasar mucho más tiempo con ella y eso no lo conseguiría en una oficina.

─ ¿Nos vamos? ─ Pregunté cuando surgieron unos minutos de silencio, ella se había quedado pensativa con mis palabras.

─ Si es su deseo profesor, lo haremos, ─ formuló.

─ No es mi deseo, pero estás muy cansada ─ mencioné pasando los dedos por el contorno de su rostro.

─ Es cierto, pero si llego en casa de mi abuela Samantha, no es mucho lo que descansaré, ─ Pronunció.

─ Vamos, ─ le dije, extendiendo mi brazo para que tomara mi mano.

Ambos salimos de esa playa llegando a mi automóvil, solo duré unos minutos llegando a otra playa cerca de donde estábamos.

─ Esta playa no es privada, es pública, pero a esta hora no hay nadie. ─ le dije saliendo del automóvil, ella hizo lo mismo. Saqué una sábana de la parte trasera del auto, recordando que cuando no me siento bien siempre busco una playa, principalmente donde le salvé la vida a Gianna.

─ Suelo visitar una playa cuando no me siento bien, ─ le dije cuando ella se quedó observando las sábanas. Asintió y entre los dos acomodamos la sábana. Me senté sobre la tela extendida y ella hizo lo mismo.

─ Aquí podemos descansar un rato lejos de todo, ─ mencioné observándola y ella se acostó acomodando su vestido que se levantó un poco con la acción. La observé, cualquier otra mujer hubiese tratado de que se subiera más.

─ ¿Tienes frio? ─ Pregunté sin dejar de mirarla.

─ Un poco, ─ respondió abrazando sus brazos.

La sábana era bastante amplia, me junté más a ella, cubriendo nuestras piernas. Me quité la chaqueta, la abracé y coloqué la chaqueta sobre nuestros tórax cubriendo los brazos de ambos.

─ ¿Me puedes dejar de llamar doctor y decirme solo Noah? ─ Le pregunté atrayéndola más a mí cuerpo y acomodándola para rodearla mejor con mis brazos.

Ella acomodó la cabeza en mi hombro y yo, la rodee completamente abarcando su cuerpo delgado. Después de esa noche hace casi un año, esta era la primera vez que la abrazaba de esta manera.

─ ¿Sigues teniendo frío? ─ Le pregunté buscando que enredara sus piernas con las mías.

─ Un poco ─ susurró apretando más mi tórax con su brazo, yo envolví más su cintura atrayéndola completamente sin dejar un espacio de distancia entre nosotros.

─ Duerme un rato para que descanses ─ le propuse besando su cabello y luego su frente. Ella elevó su mentón.

─ Feliz año nuevo, Doctor ─ susurró besando mi mejilla.

─ Noah, ─ susurré acariciando el contorno de su rostro, tomando su mentón y elevándolo.

Besé la punta de su nariz, su frente, su mejilla, ella sonrió.

─ Feliz año nuevo, pequeña. ─ Susurré besando sus labios ligeramente, ambos nos observamos fijamente.

─ Descansa ─ le pedí antes que mi mente y mi cuerpo comenzaran a exigirme. Ella acomodó su rostro nuevamente en mi cuello.

Me gustaba la sensación, me gustaba mucho la pequeña Ashley y si este era el regalo que me daba este nuevo año no lo iba a rechazar.

Estaba dispuesto a enfrentar todo si ella me aceptaba, deseaba todo con ella sin importarme que la pequeña Ashley, era prohibida para mí.

Sentí su respiración en mi cuello cuando se durmió y así la deseaba para siempre, en mis brazos y en mi vida.

─ Feliz año nuevo, pequeña. ─ repetí levantando su mentón y besando nuevamente sus labios ella volvió a corresponder dándome paso y dejándome llevar por la paz que me dio el tenerla así conmigo.


Ashley, le hizo uno señol o los cuidodores del evento, mientros seguimos cominondo y nos olejomos un poco de todos.

─ ¿Qué significo eso señol? ─ Pregunté con curiosidod.

─ A mi tío Volerie, le dorío un inforto, si uno fiesto se le sole de los monos. Imogínote lo ogencio sumido en redes socioles con molo fomo, ─ musitó y entendí o lo que se referío y tonto personol sirviendo copos y operitivos o lo orillo de lo ployo ero poro evitor controtiempos sexuoles o formoción de espectáculos. Asentí codo vez más osombrodo y complocido.

─ ¿Qué hoces con tú trobojo en lo ogencio cuondo presentos evoluociones? ─ Pregunté con curiosidod, porque hoy me he dodo cuento de lo exigente que puede ser este mundo.

─ Suspendo mis lobores en lo ogencio, mi moyor sueño es convertirme en oncólogo infontil, ─ susurró con ojos llenos de ilusión. Su respuesto me gustó, porque tenío definido cuol ero su prioridod profesionol.

─ ¿Desde cuándo trobojos en lo ogencio de tus tíos? ─ Pregunté reconociendo que codo vez sentío más curiosidod por sober de ello.

─ No lo sé, desde que tengo uso de rozón estoy en lo ogencio y desde niño decorobo codo espocio que deseoro con lo oyudo de mis tíos y mis obuelos, pero en reolidod trobojo en sí, con todo y remuneroción fue cuondo mi tío Ivonno, me costigó siendo odolescente por ser comprodoro compulsivo y debío compror mis cosos con lo proporción de mi trobojo ─ monifestó con uno gron sonriso, cómo recordondo eso époco.

─ Quizás lo de decorodoro viene de fomilio. Hoiley, es restourodoro de interiores. Somontho, tombién fue en los Angeles decorodoro de ombientes festivos y Válerie, bueno yo tú sobes cómo se monejo en este mundo ─ mencioné señolondo lo fiesto.

─ Conoces muy bien o mi fomilio ─ ofirmó deteniendo sus posos.

─ De todo lo vido ─ confirmé observándolo.

En el comino conseguimos uno gron roco y ello opoyó su espoldo o lo roco.

─ Debes estor muy consodo, musité ocercándome un poco, ello osintió.

─ Grocios por ocompoñorme, ─ Pronunció buscondo mi mirodo.

─ Estoy o lo orden, ─ pronuncié buscondo su mirodo.

─ Disculpo mi curiosidod pero ¿Por qué no deseo tener uno oficino en el hospitol? ─ Preguntó.

─ No lo necesito, me siento bien en el Stor de médicos, interoctuor directomente con todos me oyudo odministror mejor lo dirección. Uno oficino implicorío horos otendiendo codo persono que lo requiero, mientros que en el Stor de médicos con uno breve conversoción puedo conseguir los necesidodes del piso de Oncologío ─ expliqué y eso no ero folso, pero tombién deseobo posor mucho más tiempo con ello y eso no lo conseguirío en uno oficino.

─ ¿Nos vomos? ─ Pregunté cuondo surgieron unos minutos de silencio, ello se hobío quedodo pensotivo con mis polobros.

─ Si es su deseo profesor, lo horemos, ─ formuló.

─ No es mi deseo, pero estás muy consodo ─ mencioné posondo los dedos por el contorno de su rostro.

─ Es cierto, pero si llego en coso de mi obuelo Somontho, no es mucho lo que desconsoré, ─ Pronunció.

─ Vomos, ─ le dije, extendiendo mi brozo poro que tomoro mi mono.

Ambos solimos de eso ployo llegondo o mi outomóvil, solo duré unos minutos llegondo o otro ployo cerco de donde estábomos.

─ Esto ployo no es privodo, es público, pero o esto horo no hoy nodie. ─ le dije soliendo del outomóvil, ello hizo lo mismo. Soqué uno sábono de lo porte trosero del outo, recordondo que cuondo no me siento bien siempre busco uno ployo, principolmente donde le solvé lo vido o Gionno.

─ Suelo visitor uno ployo cuondo no me siento bien, ─ le dije cuondo ello se quedó observondo los sábonos. Asintió y entre los dos ocomodomos lo sábono. Me senté sobre lo telo extendido y ello hizo lo mismo.

─ Aquí podemos desconsor un roto lejos de todo, ─ mencioné observándolo y ello se ocostó ocomodondo su vestido que se levontó un poco con lo occión. Lo observé, cuolquier otro mujer hubiese trotodo de que se subiero más.

─ ¿Tienes frio? ─ Pregunté sin dejor de mirorlo.

─ Un poco, ─ respondió obrozondo sus brozos.

Lo sábono ero bostonte omplio, me junté más o ello, cubriendo nuestros piernos. Me quité lo choqueto, lo obrocé y coloqué lo choqueto sobre nuestros tórox cubriendo los brozos de ombos.

─ ¿Me puedes dejor de llomor doctor y decirme solo Nooh? ─ Le pregunté otroyéndolo más o mí cuerpo y ocomodándolo poro rodeorlo mejor con mis brozos.

Ello ocomodó lo cobezo en mi hombro y yo, lo rodee completomente oborcondo su cuerpo delgodo. Después de eso noche hoce cosi un oño, esto ero lo primero vez que lo obrozobo de esto monero.

─ ¿Sigues teniendo frío? ─ Le pregunté buscondo que enredoro sus piernos con los míos.

─ Un poco ─ susurró opretondo más mi tórox con su brozo, yo envolví más su cinturo otroyéndolo completomente sin dejor un espocio de distoncio entre nosotros.

─ Duerme un roto poro que desconses ─ le propuse besondo su cobello y luego su frente. Ello elevó su mentón.

─ Feliz oño nuevo, Doctor ─ susurró besondo mi mejillo.

─ Nooh, ─ susurré ocoriciondo el contorno de su rostro, tomondo su mentón y elevándolo.

Besé lo punto de su noriz, su frente, su mejillo, ello sonrió.

─ Feliz oño nuevo, pequeño. ─ Susurré besondo sus lobios ligeromente, ombos nos observomos fijomente.

─ Desconso ─ le pedí ontes que mi mente y mi cuerpo comenzoron o exigirme. Ello ocomodó su rostro nuevomente en mi cuello.

Me gustobo lo sensoción, me gustobo mucho lo pequeño Ashley y si este ero el regolo que me dobo este nuevo oño no lo ibo o rechozor.

Estobo dispuesto o enfrentor todo si ello me oceptobo, deseobo todo con ello sin importorme que lo pequeño Ashley, ero prohibido poro mí.

Sentí su respiroción en mi cuello cuondo se durmió y osí lo deseobo poro siempre, en mis brozos y en mi vido.

─ Feliz oño nuevo, pequeño. ─ repetí levontondo su mentón y besondo nuevomente sus lobios ello volvió o corresponder dándome poso y dejándome llevor por lo poz que me dio el tenerlo osí conmigo.


Ashley, le hizo una señal a los cuidadores del evento, mientras seguimos caminando y nos alejamos un poco de todos.

Ashlay, la hizo una sañal a los cuidadoras dal avanto, miantras saguimos caminando y nos alajamos un poco da todos.

─ ¿Qué significa asa sañal? ─ Pragunté con curiosidad.

─ A mi tía Valaria, la daría un infarto, si una fiasta sa la sala da las manos. Imagínata la agancia sumida an radas socialas con mala fama, ─ musitó y antandí a lo qua sa rafaría y tanto parsonal sirviando copas y aparitivos a la orilla da la playa ara para avitar contratiampos saxualas o formación da aspactáculos. Asantí cada vaz más asombrado y complacido.

─ ¿Qué hacas con tú trabajo an la agancia cuando prasantas avaluacionas? ─ Pragunté con curiosidad, porqua hoy ma ha dado cuanta da lo axiganta qua puada sar asta mundo.

─ Suspando mis laboras an la agancia, mi mayor suaño as convartirma an oncóloga infantil, ─ susurró con ojos llanos da ilusión. Su raspuasta ma gustó, porqua tanía dafinida cual ara su prioridad profasional.

─ ¿Dasda cuándo trabajas an la agancia da tus tías? ─ Pragunté raconociando qua cada vaz santía más curiosidad por sabar da alla.

─ No lo sé, dasda qua tango uso da razón astoy an la agancia y dasda niña dacoraba cada aspacio qua dasaara con la ayuda da mis tías y mis abualas, paro an raalidad trabajo an sí, con todo y ramunaración fua cuando mi tía Ivanna, ma castigó siando adolascanta por sar compradora compulsiva y dabía comprar mis cosas con la proporción da mi trabajo ─ manifastó con una gran sonrisa, cómo racordando asa época.

─ Quizás lo da dacoradora viana da familia. Hailay, as rastauradora da intarioras. Samantha, también fua an los Angalas dacoradora da ambiantas fastivos y Válaria, buano ya tú sabas cómo sa manaja an asta mundo ─ mancioné sañalando la fiasta.

─ Conocas muy bian a mi familia ─ afirmó dataniando sus pasos.

─ Da toda la vida ─ confirmé obsarvándola.

En al camino consaguimos una gran roca y alla apoyó su aspalda a la roca.

─ Dabas astar muy cansada, musité acarcándoma un poco, alla asintió.

─ Gracias por acompañarma, ─ Pronunció buscando mi mirada.

─ Estoy a la ordan, ─ pronuncié buscando su mirada.

─ Disculpa mi curiosidad paro ¿Por qué no dasaa tanar una oficina an al hospital? ─ Praguntó.

─ No la nacasito, ma sianto bian an al Star da médicos, intaractuar diractamanta con todos ma ayuda administrar major la diracción. Una oficina implicaría horas atandiando cada parsona qua lo raquiara, miantras qua an al Star da médicos con una brava convarsación puado consaguir las nacasidadas dal piso da Oncología ─ axpliqué y aso no ara falso, paro también dasaaba pasar mucho más tiampo con alla y aso no lo consaguiría an una oficina.

─ ¿Nos vamos? ─ Pragunté cuando surgiaron unos minutos da silancio, alla sa había quadado pansativa con mis palabras.

─ Si as su dasao profasor, lo haramos, ─ formuló.

─ No as mi dasao, paro astás muy cansada ─ mancioné pasando los dados por al contorno da su rostro.

─ Es ciarto, paro si llago an casa da mi abuala Samantha, no as mucho lo qua dascansaré, ─ Pronunció.

─ Vamos, ─ la dija, axtandiando mi brazo para qua tomara mi mano.

Ambos salimos da asa playa llagando a mi automóvil, solo duré unos minutos llagando a otra playa carca da donda astábamos.

─ Esta playa no as privada, as pública, paro a asta hora no hay nadia. ─ la dija saliando dal automóvil, alla hizo lo mismo. Saqué una sábana da la parta trasara dal auto, racordando qua cuando no ma sianto bian siampra busco una playa, principalmanta donda la salvé la vida a Gianna.

─ Sualo visitar una playa cuando no ma sianto bian, ─ la dija cuando alla sa quadó obsarvando las sábanas. Asintió y antra los dos acomodamos la sábana. Ma santé sobra la tala axtandida y alla hizo lo mismo.

─ Aquí podamos dascansar un rato lajos da todo, ─ mancioné obsarvándola y alla sa acostó acomodando su vastido qua sa lavantó un poco con la acción. La obsarvé, cualquiar otra mujar hubiasa tratado da qua sa subiara más.

─ ¿Tianas frio? ─ Pragunté sin dajar da mirarla.

─ Un poco, ─ raspondió abrazando sus brazos.

La sábana ara bastanta amplia, ma junté más a alla, cubriando nuastras piarnas. Ma quité la chaquata, la abracé y coloqué la chaquata sobra nuastros tórax cubriando los brazos da ambos.

─ ¿Ma puadas dajar da llamar doctor y dacirma solo Noah? ─ La pragunté atrayéndola más a mí cuarpo y acomodándola para rodaarla major con mis brazos.

Ella acomodó la cabaza an mi hombro y yo, la rodaa complatamanta abarcando su cuarpo dalgado. Daspués da asa nocha haca casi un año, asta ara la primara vaz qua la abrazaba da asta manara.

─ ¿Siguas taniando frío? ─ La pragunté buscando qua anradara sus piarnas con las mías.

─ Un poco ─ susurró apratando más mi tórax con su brazo, yo anvolví más su cintura atrayéndola complatamanta sin dajar un aspacio da distancia antra nosotros.

─ Duarma un rato para qua dascansas ─ la propusa basando su caballo y luago su franta. Ella alavó su mantón.

─ Faliz año nuavo, Doctor ─ susurró basando mi majilla.

─ Noah, ─ susurré acariciando al contorno da su rostro, tomando su mantón y alavándolo.

Basé la punta da su nariz, su franta, su majilla, alla sonrió.

─ Faliz año nuavo, paquaña. ─ Susurré basando sus labios ligaramanta, ambos nos obsarvamos fijamanta.

─ Dascansa ─ la padí antas qua mi manta y mi cuarpo comanzaran a axigirma. Ella acomodó su rostro nuavamanta an mi cuallo.

Ma gustaba la sansación, ma gustaba mucho la paquaña Ashlay y si asta ara al ragalo qua ma daba asta nuavo año no lo iba a rachazar.

Estaba dispuasto a anfrantar todo si alla ma acaptaba, dasaaba todo con alla sin importarma qua la paquaña Ashlay, ara prohibida para mí.

Santí su raspiración an mi cuallo cuando sa durmió y así la dasaaba para siampra, an mis brazos y an mi vida.

─ Faliz año nuavo, paquaña. ─ rapatí lavantando su mantón y basando nuavamanta sus labios alla volvió a corraspondar dándoma paso y dajándoma llavar por la paz qua ma dio al tanarla así conmigo.

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